lunes, 4 de marzo de 2002

MUDA CANCION

Crece en la boca el fuego, el habla seca;
en la garganta aprieta lo secreto
hasta asfixiar latidos.
Como un quejido, cruje aquí la mueca,
agrieta el borde de los ojos. Ruidos
de sombras estrujadas
insinúan veladas
hogueras entre bultos de concreto.

Pulsa las cuerdas con aguja oscura
y brotan las palabras con rasguños:
¿quién o qué lo hace?
Con siluetas de ramas se apresura
el viento y las deshace
en esquirlas de tela
que el alma con cautela
le responde mostrándole los puños.

Golpean los labios desde dentro, siente.
La puerta es un sombra, cuyo envés
tiene color de ojos.
Desde dentro circula, de lo ausente.
Del río donde mueren los despojos,
desde el agua muerta y plana
que sólo es la ventana
hundida en el paisaje que no ves.

Hay, entonces, lugar en el instante,
y un grito en la pradera y un cuchillo
rajando con su brillo
la madera de un eco.
El alma baja al pozo y ya colgante
y muda toca en seco
su piel endurecida.
Túnel de voz hundida,
o calle en una vena, nadie habla.
(¿Y estas líneas de uñas a una tabla?).

JJLC

Tal vez el corazón entregado arda en la verdad
no sé qué significa la verdad
no sé qué significa significar
no sé
Tal vez el corazón entregado arda
arda
como la verdad
que no sé qué significa
o no sé qué quiero que signifique
Tal vez el corazón entrega
donde el corazón está
vivo
ardiendo
escandalice a la noche
de no saber qué
la noche
de saber que no se sabe
Tal vez el corazón
la coraza
la carne encerrada en el pecho
en el costillar de las penas
ardua
mente respire presionada
pero
no sé cuándo
o no sé qué
o no sé nunca
y sólo y siempre
tal vez

entregado
arda
el corazón
Lo terminé anoche y está vacío.
Ahora que quiero leerlo no encuentro las marcas.
Esas líneas que susurran y que a veces me ocultan.
Y que a veces me acusan y me revelan.
Las marcas comunes, los tatuajes del mundo.
¿Dónde están, qué se hizo de ellos?
El mapa está cansado, los remos duelen, azotando el cuerpo sobre el vacío.
El mar blanco sin olas me habla y por eso
No escucho nada.
Sólo sé que terminé anoche y no puedo leerlo.
La duda tiene sentido. El nopensar tiene sentido. La sangre tiene sentido. El problema es cómo vivirlo. Pues cuando el sentido aparece, se ha convertido de nuevo en duda, en olvido, en sangre.

Twitter / juanlapeyre